
Del mundo de las valkirias, los elfos, los enanos, entre otros, nos llega Nidhogg, otro dragón vikingo, perteneciente a la mitología nórdica o escandinava.
Entre sus terroríficos propósitos estaba perturbar a las almas humanas de Niflheimo también conocidas como el hogar de la niebla, un mundo donde reinaba el frío, la oscuridad y por supuesto una bruma perpetua.
¿Cuál es la historia del Dragón Nidhogg?

Pero a esta tarea principal, le antecedieron una serie de acciones. En principio, Nidhogg vivía en este lugar, muy cerca de una fuente de aguas heladas llamada “la caldera hirviente”, arriba de esta estructura estaba esta criatura desgastando con sus dientes las raíces del árbol de la vida o el Yggdrasil.
Resultaba que las raíces y las ramas de esta planta, conocida como una especie de fresno perenne, unían 9 mundos y emanaban la esencia del pozo del conocimiento. Así que… ¡menuda cosa roía!
La desgasta hasta que llega el fin del mundo, denominado por los escandinavos el Ragnarök, una batalla entre los dioses, momento en el que la copa del árbol se viene abajo.
Este dragón “vegetariano”, de intensa actividad en su mandíbula se asemeja más a una serpiente, solo que, con patas delanteras; muy apropiada su fisonomía para desplazarse por el fondo de la tierra.